La felicidad de un niño pequeño con un juguete nuevo,o cuando se balancea en un columpio,o cuando se mancha hasta arriba de chocolate y le da igual sabiendo que su madre le va ha regañar..
Es lo bueno de ser niños que todo te da igual.
El problema llega cuando creemos que seguimos siendo niños y actuamos como
ellos excusándonos en que lo somos.
Pero la verdad es que hace bastante tiempo que dejamos de ser lo..
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